30 abr 2016

Palabras enlazadas

A mitad del poema me sobrecoge siempre un gran
            desamparo, todo me abandona,
no hay nadie a mi lado, ni siquiera esos ojos que
            desde atrás contemplan lo que escribo
no hay atrás ni adelante, la pluma se rebela, no
            hay comienzo ni fin, tampoco hay un muro que
            saltar,
es una explanada desierta el poema, lo dicho no
            está dicho, lo no dicho es indecible,
torres, terrazas devastadas, babilonias, un mar de
            sal negra, un reino ciego,

25 abr 2016

Soltar y retener la palabra


   «Hay en el escribir un retener las palabras, como en el hablar hay un soltarlas, un desprenderse de ellas, que puede ser un ir desprendiéndose ellas de nosotros. Al escribir se retienen las palabras, se hacen propias, sujetas a ritmo, selladas por el dominio humano de quien así las maneja. Y esto, independientemente de que el escritor se preocupe de las palabras y con plena conciencia las elija y coloque en un orden racional, sabido.

19 abr 2016

La canción de abril


Canciones de primavera (1889), 
de William-Adolphe Bouguereau
¡Pulsa la luz su espacio sobre el cielo!
Un eco intemporal a un Abril canta:

“Abril las lluvias: sobre la tierra
–Febrero en Marzo, en ti y en Mayo Junio,
Julio en Agosto– el campo al sol levanta
como a un toro del trigo, con su fruta
–espigas mil– madura por tu celo.
Al vuelo entre cuchillas lo separa
de ti sin alejarlo –una gavilla
y otra y otra, los tallos mil de un trigo
en otro en haz–, campo entero el deseo
y, Abriles mil, en parva lo abandonas:
a él no llegas y a él naces y a él caído
sin él estás, por él vas a su encuentro...
Abril los tallos mil, Abril de tierra
derramado en sus trigos mil se mira
en ti continuo y, súpito de ausencias
mil, a sus lenguas mil dejas sin mundo:
¿fuera de Abril tu sucesión te olvida?...”
(...)


(PRADOS, Emilio. Circuncisión del sueño. Valencia: Pre-textos, 1981, p. 48-49).

12 abr 2016

Julián Carax

   «Fue por entonces cuando empecé a oír por las calles las historias acerca de un individuo que rompía los escaparates de las librerías por la noche y quemaba libros. En otras ocasiones, el extraño vándalo se colaba en una biblioteca o en la cámara de un coleccionista. Siempre se llevaba dos o tres tomos, que quemaba. En febrero de 1938 acudí a una librería de viejo para preguntar si era posible encontrar algún libro de Julián Carax en el mercado.

8 abr 2016

El contenido de los libros



Habitación en hotel  (1931),  de Edward Hopper
   «Los libros hubieran podido aclararme muchas cosas. He oído recriminar su influencia muchas veces. Sería muy fácil para mí hacerme la víctima, quizás mi caso pareciera así más interesante, pero la verdad es que los libros no han tenido ninguna influencia sobre mí. Nunca me han gustado los libros. Cuando los abres, estás esperando alguna revelación trascendental, y cuando los cierras, te sientes desilusionado. Además, habría que leerlo todo y no bastaría con toda una vida. Los libros no contienen la vida, sólo contienen sus cenizas. Supongo que le llaman a eso la experiencia humana. En casa había una gran cantidad de volúmenes antiguos, en una habitación donde no entraba nadie. La mayoría eran libros piadosos, impresos en Alemania, llenos de aquel misticismo moravo que tanto gustaba a mis abuelas.

4 abr 2016

Raíces

«El árbol crece y, todos los años, renueva sus flores y sus frutos, gracias a la fuerza de sus raíces».


(ÁLVAREZ, Blanca.  El puente de los cerezos. 3ª ed. Madrid: Anaya, 2006, p. 29).