30 jun 2017

El color del canto





La hora es transparente:
vemos, si es invisible el pájaro,
el color de su canto.


(PAZ, Octavio. Delta de cinco brazos. Barcelona: Galaxia Gutenberg, 1998, p. 39).

21 jun 2017

El sufrimiento es uno

   «El sufrimiento es uno. Se habla de sufrimiento como se habla de placer, pero se habla de ellos cuando ya nos dominan. Cada vez que entran en nosotros, nos sorprenden como una sensación nueva y tenemos que reconocer que los habíamos olvidado. Son diferentes porque nosotros también lo somos: les entregamos cada vez un alma y un cuerpo modificados por la vida. Y sin embargo, el sufrimiento no es más que uno. No conoceremos de él, como no conoceremos del placer, más que algunas formas, siempre las mismas, de las que estamos presos. Habría que explicar esto: nuestra alma, supongo, no tiene más que un teclado restringido y aunque la vida se empeñe en hacerlo sonar, sólo podrá obtener dos o tres pobres notas».


(YOURCENAR, Marguerite. Alexis o el tratado del inútil combate.  Madrid: Alfaguara, 1992, p. 56).

17 jun 2017

¿Qué tienes entre manos? (relato de terror ferial)



Puente cerca de Kolpino (Rusia)
«Aquel tipo tenía dentro de sí un escritor bueno y un escritor malo que trabajaban a horas distintas. Aun así en los textos del malo se percibía finalmente un aliento de bondad, mientras que en los del buenos sonaba, cuando menos hacía falta, un estertor agónico procedente de la respiración del malo. Estaban tan cerca, en fin, que no podían dejar de influirse. Los lectores, según se colocaran en uno u otro lado de la identidad de aquel tipo, pensaban que se trataba de un mal escritor con aciertos geniales, o de un genio que se estaba echando a perder.

4 jun 2017

Represéntase la brevedad de lo que se vive y cuán nada parece lo que se vivió


Danza de la vida  (1900),  de Edvard Munch
«'¡Ah de la vida!' ... ¿Nadie me responde?
¡Aquí de los antaños que he vivido!
La Fortuna mis tiempos ha mordido;
las Horas mi locura las esconde.

¡Que sin poder saber cómo ni adónde
la salud y la edad se hayan huido!
Falta la vida, asiste lo vivido,
y no hay calamidad que no me ronde.

   Ayer se fue; mañana no ha llegado;
hoy se está yendo sin parar un punto;
soy un fue, y un será, y un es cansado.

   En el hoy y mañana y ayer, junto
pañales y mortaja, y he quedado
presentes sucesiones de difunto».

(QUEVEDO, Francisco de. Poemas escogidos. 3ª ed. Madrid: Castalia, 1986, p. 52).