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25 ago 2016

Algunos días de agosto


Impresión, sol naciente (1873), de Claude Monet
No tardará en llegar a su fin
este agosto que te ha visto pasar con la luz
a tus pies. Somos eternos, decías.
Yo pensaba sólo en la condena
del alma al faltarle el alimento
que le traías. Ahora la ciudad vive
del peso inconmensurablemente muerto
de los días sin tu presencia. Dejo
que la mano corra sobre el papel intentando
captar el eco de una palabra,
una señal de quien en un lugar cualquiera
resplandece, y confía al viento el secreto
de nuestra tan precaria eternidad.


(ANDRADE, Eugénio de. Los surcos de la sed. Madrid: Calambur, 2001, p. 77).

25 ene 2014

Un simple pensamiento

La urraca (1869), de Claude Monet
Es la música, este irrumpir de lo oscuro.
Viene de lejos, ciertamente de otros días,
de otros lugares. Quizá haya sido
la simiente de un chopo, la risa
de un niño, el salto de un gorrión.
Cualquier cosa en la que nadie
ni siquiera ha reparado, que ha dejado de ser
para convertirse en melodía. Empujada
por un viento mínimo, un soplo
o poco más, hacia tu alegría.
Y ahora se retrasa, este sol materno,
se queda conmigo el resto de los días.
Como la lumbre, al llegar el invierno.

(ANDRADE, Eugénio de. Los surcos de la sed. Madrid: Calambur, 2001, p. 59).

17 dic 2012

Glosa de Navidad


Snow scene at Argenteuil  (1875),  de Claude Monet
   «La época de las Navidades comercializadas ha llegado ya. Para casi todo el mundo –dejando aparte a los miserables, lo que nos da muchas excepciones- es un alto para el descanso, cálido e iluminado, en el periodo grisáceo del invierno. Para la mayoría de los que hoy celebran estos días, la gran fiesta cristiana se limita a dos ritos: comprar de manera más o menos compulsiva unos objetos útiles o no, y atracarse o atracar a las personas de su círculo más íntimo, en una inextricable mezcla de sentimientos en donde entran a partes iguales el deseo de complacer, la ostentación y la necesidad de darse uno también un poco de buena vida. 

7 jun 2012

El vicio de la lectura


Dans la prairie (1876)de Claude Monet
   
«Ningún vicio es más difícil de erradicar que el que se considera popularmente una virtud. Entre estos vicios destaca el vicio de la lectura. Se admira de modo general que leer basura es un vicio; pero la lectura per se –el hábito de leer–, nuevo como es, ya está a la altura de virtudes tan acreditadas como el ahorro, la sobriedad, el levantarse temprano y el ejercicio regular. Hay, en verdad, algo peculiarmente agresivo en la actitud virtuosa del lector que lee por sentido del deber. Los que se han mantenido en los humildes caminos de la preceptiva lo veneran como a alguien que sigue un consejo imposible de cumplir.