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8 mar 2024

Caerellia

Rivales inconscientes (1893), de
Lawrence Alma-Tadema
«En ese universo de riqueza y alta sociedad donde la cultura empezó a arraigar, también había mujeres que coleccionaban libros. Gracias a las cartas de Cicerón conocemos a Caerellia, ávida lectora y propietaria de una biblioteca filosófica. Resulta que esa rica dama patricia consiguió, de alguna manera –tal vez recurriendo al soborno–, una copia pirata del tratado ciceroniano Sobre el supremo bien y el supremo mal, antes de que el autor pusiera oficialmente el libro en circulación. ‘Sin duda Caerellia rebosa un encendido entusiasmo por la filosofía’, escribió un irritado Cicerón con tono sarcástico».


(VALLEJO, Irene. El infinito en un junco: la invención de los libros en el mundo antiguo. 11ª ed. Madrid: Siruela, 2020, p. 281).

24 jun 2023

Sombra rosas sombra

Ofrenda de verano
de Lawrence Alma-Tadema
Bajo un cielo extraño
sombra rosas
sombra
sobre una tierra extraña
entre rosas y sombra
dentro de un agua extraña
mi sombra.



(BACHMANN, Ingeborg. Invocación a la osa mayor. Madrid: Hiperión, 2001, p. 143).

19 dic 2022

La ventolera

Pandora (1881), de Lawrence Alma-Tadema 
«Silba el viento dentro de mí.
Estoy desnudo. Dueño de nada, dueño de nadie, ni siquiera dueño de mis certezas, soy mi cara en el viento, a contraviento, y soy el viento que me golpea la cara».



(GALEANO, Eduardo. El libro de los abrazos. 34ª reimp. Madrid: Siglo XXI de España, 2015, p. 258).

28 nov 2022

Homero

Héroe (1898), de Lawrence Alma-Tadema
«La Gran Biblioteca lo adquiría todo, desde poemas épicos a libros de cocina. En medio de ese océano de letras, los estudiosos debían elegir a qué autores y obras dedicaban su esfuerzo. No había discusión posible sobre el gran protagonista de la literatura griega, y en él se especializaron. Alejandría se convirtió en la capital homérica.

16 nov 2021

Adviento

Detalles de Flores de Heliogábalo
Fragmento del cuadro 'Flores de Heliogábalo'
(1888), de Lawrence Alma-Tadema 
Tú no tienes que entender la vida;
entonces será como una fiesta.
Deja que los días te sucedan
lo mismo que a una niña que, andando,
deja que cada brisa,
le prodigue innumerables flores.
Reunir las flores y ahorrarlas
está lejos de su pensamiento.

Las suelta suave de los cabellos,
donde estuvieron con gusto presas,
y con los amables tiernos años
sus manos se tienden a otras nuevas.

 

(RILKE, Rainer Maria. Antología poética. 2ª ed. Madrid:  Espasa-Calpe, 1976, p. 39).

 

26 may 2021

Anhelo

Si nosotros pudierámos encontrar también algo humano puro, contenido,
una estrecha franja de tierra fecunda que nos perteneciese,
entre la piedra y la corriente. Pues nuestro propio corazón nos sigue
sobrepasando siempre, como a ellos. Y ya podemos
contemplarlo en imágenes
que lo calmen, ni en los cuerpos divinos
que, al ser más grandes, lo moderan.
 
Súplica  (1876)de Lawrence Alma-Tadema

8 oct 2020

La uva y el vino

En la fiesta de la vendimia  (1870)de Lawrence Alma-Tadema

   «Un hombre de las viñas habló, en agonía, al oído de Marcela. Antes de morir, le reveló su secreto:
La uva –le susurró–está hecha de vino.
Marcela Pérez-Silva me lo contó, y yo pensé: Si la uva está hecha de vino, quizá nosotros somos las palabras que cuentan lo que somos».

(GALEANO, Eduardo. El libro de los abrazos. 34ª reimp. Madrid: Siglo XXI de España, 2015, p. 4).


19 feb 2020

Mensaje de Kafka

Prosa  (1879)de Lawrence Alma-Tadema
«A los veinte años, Kafka escribía en una carta: Si el libro que leemos no nos despierta como un puño que nos golpeara en el cráneo, ¿para qué lo leemos? ¿Para que nos haga felices? Dios mío, también seríamos felices si no tuviéramos libros, y podríamos, si fuera necesario, escribir nosotros mismos, los libros que nos hagan felices. Pero lo que debemos temer son esos libros que se precipitan sobre nosotros como la mala suerte y que nos perturban profundamente, como la muerte de alguien a quien amamos más que a nosotros mismos, como el suicidio. Un libro debe ser como un pico de hielo que rompa el mar congelado que tenemos dentro. Los estudiantes de literatura inglesa, de cualquier literatura, deben preguntarle a quien les enseña, y deben preguntarse a sí mismos, si saben, y no sólo de carrerilla, lo que Kafka quería decir». 

(STEINER, George. Lenguaje y silencio. 2ª ed. Madrid: Gedisa, 2000, p. 93).

17 ene 2020

Clarividencia

Una conclusión inevitable (1885),
de Lawrence Alma-Tadema
Pasan los días —
    No pueden quedarse
No me doy cuenta


The days go —
    They can’t stay
I don’t realize



(KEROUAC, Jack. Libro de haikus. Madrid: Bartleby, 2007, p. 114-115).

11 sept 2019

Lenguaje y silencio

Safo escucha a Alceo  (1881)de Lawrence Alma-Tadema
«El lenguaje es el que arranca al hombre de los códigos de señales deterministas, de lo inarticulado, de los silencios que habitan la mayor parte del ser. Si el silencio hubiera de retornar a una civilización destruida, sería un silencio doble, clamoroso y desesperado por el recuerdo de la Palabra».

(STEINER, George. Lenguaje y silencio. 2ª ed. Madrid: Gedisa, 2000, p. 15).

21 mar 2019

Decir: hacer

Poesía  (1879)de Lawrence Alma-Tadema
Entre lo que veo y digo,
entre lo que digo y callo,
entre lo que callo y sueño,
entre lo que sueño y olvido,
la poesía.
            Se desliza
entre el sí y el no:
            dice
lo que callo,
            calla
lo que digo,
            sueña
lo que olvido.
            No es un decir:
es un hacer.
            Es un hacer
que es un decir.
            La poesía
se dice y se oye:
            es real.
Y apenas digo
            es real,
se disipa.
            ¿Así es más real?


(PAZ, Octavio. Árbol adentro. 2ª ed. Barcelona: Seix Barral, 1990, p. 11-12).

1 sept 2017

Celebración de la desconfianza


Entre la esperanza y el miedo  (1876)de Lawrence Alma-Tadema
«El primer día de clase, el profesor trajo un frasco enorme:
   Esto está lleno de perfume –dijo a Miguel Brun y a los demás alumnos–. Quiero medir la percepción de cada uno de ustedes. A medida que vayan sintiendo el olor, levanten la mano.
   Y destapó el frasco. Al ratito nomás, ya había dos manos levantadas. Y luego cinco, diez, treinta, todas las manos levantadas.
¿Me permite abrir la ventana, profesor? –suplicó una alumna, mareada de tanto olor a perfume, y varias voces le hicieron eco.

10 may 2017

De ascua en ascua

Porque sentir para nosotros es, ¡ay!, desvanecerse,
exhalamos nuestro ser; de ascua en ascua
despedimos cada vez un aroma más tenue. Tal vez alguien nos diga:
sí, has entrado en mi sangre, la primavera y este cuarto
se han llenado de ti... ¡de qué nos serviría!, no puede retenernos   
desapareceremos en él y en torno a él. Y a ésos que son bellos,
¡ay!, ¿quién los retendrá? Sin cesar la apariencia
se disipa en su rostro. (...)

Cuando regresan las flores (1911)de Lawrence Alma-Tadema

21 mar 2017

Confesión


El poeta favorito (1888)de Lawrence Alma-Tadema
El poema, el que anhelo,
al que aspiro,
es el que pueda leerse en voz alta sin que nada se oiga.

Es ese imposible el que comienzo cada vez,
            es desde esa quimera
                                   que escribo y borro.


(MUJICA, Hugo. Y siempre después del viento. Madrid: Visor, 2011, p. 13).