Esta luz cobre, la que más me ayuda
en tareas de amor y sosiego,
me saca fuerzas de flaqueza. Este
beneficio que de vicioso aliento
hace rezo, cariño de lascivia,
y alza de la ceniza llama, y da
a la sal alianza; estos minutos
que protegen, montan y ensamblan treinta
años, poniendo en ellos sombra y mimo,
perseverancia y humildad y agudo
sacrificio, esta gracia, esta hermosura,
esta tortura que me da en la cara,
luz tan mía, tan fiel siempre y tan poco
duradera, por la que sé que soy
sencillo de reseña, por la que ahora
vivo sin andamiajes, sin programas,
sin repertorios. A esta luz yo quiero,
de tan cárdena, cobre. Luz que toma
cuerpo en mí, tiempo en mí, luz que es mi vida
porque me da la vida: lo que pido
para mi amor y para mi sosiego.
(RODRÍGUEZ, Claudio. Poesía completa (1953-1991). Barcelona: Tusquets, 2001, p. 201).
Ágora donde iniciar historias sobre libros, naturaleza, arte y poesía; donde hallar las palabras soñadas o queridas, sin la perspectiva del tiempo... como en una biblioteca.
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15 oct 2023
29 ago 2023
Colores
«El poema del mar quedó, de momento, inconcluso, pero aquel año acudí a la visita vestida de azul, para que viera el color… Los versos que le llevaba, sin embargo, tenían tonos rojos –como la carta, como el mensaje– y también verdes; eran carnales y dramáticos. Sólo del amor podría aún brotar aquí la felicidad, si la felicidad no fuera pasión, había escrito él.
5 dic 2022
Amanecida
Santorini, de Li-Shu Chen |
aún con su fresca suavidad nocturna,
lava y aclara el sueño y da viveza,
incertidumbre a los sentidos. Nubes,
de pardo ceniciento, azul turquesa,
por un momento traen quietud, levantan
la vida y engrandecen su pequeña
luz. Luz que pide, tenue y tierna, pero
venturosa, porque ama. Casi a medio
camino entre la noche y la mañana,
cuando todo me acoge, cuando hasta
mi corazón me es muy amigo,
14 oct 2022
Este cielo
Otoño en mi ciudad, de Olga Kvasha |
llamarada del día
que proclama que el día ha terminado
cuando aún es de día.
El acorde final que,
resonante,
dice el fin de la música
mientras la música se oye todavía.
Este cielo de otoño
su imagen remansada en mis pupilas,
piadosa moratoria que la tarde concede
a la débil penumbra que aún me habita.
(GONZÁLEZ, Ángel. El otoño y otras luces. Barcelona: Tusquets, 2001, p. 19).
20 may 2021
30 dic 2020
No hay prisa
Deja que pasen estos días,
dejan que pasen estos años
y
entretanto
agradece
el regalo de la luz
del
cielo de diciembre,
tan
discreta
que
es casi sólo transparencia,
no
ofende y es muy bella.
Deja
que pasen estos años,
son
pocos ya,
sé
paciente y espera
con
la seguridad de que con ellos
habrá
pasado
definitivamente
todo.
(GONZÁLEZ, Ángel. Nada grave. Madrid: Visor Libros, 2008,
p. 51).
13 may 2019
La claridad
[...]
Demasiada belleza, demasiada
para que en el dolor de estar ausente
la claridad no cese y nunca vaya
mudada hasta cesar del todo y muera
abandonando el fruto de la tarde
en unas manos nuevas sobre el mundo.
¿Hasta cuándo esa frágil voladura
de perderse y
morir? ¿En qué retina
volverá a ser la luz más infinita
que en esta perdición sobre los ojos
que ahora escapan sin más a otra ladera?
¿Es esta claridad siempre la misma
cuando nos llena el alma hasta colmarla
de una plena pasión de luz sin forma?
4 may 2018
Luz
Le pregunté de dónde la había traído.
Él la apagó y me dijo:
“Ahora dime tú dónde se ha ido».
(SHAH, Idries. El camino del sufí. Buenos Aires: Paidós, 1978, p. 270).
30 sept 2015
Días tranquilos
No son sólo los del amor feliz,
Ni los de la riqueza, ni los de
la edad madura llena de
honores, ni los de las victorias
de la política o de la guerra;
Mas, cuando declina la vida y se
apaciguan todas las pasiones
turbulentas,
Cuando se cubre el cielo de la
tarde de colores vistosos, etéreos,
silenciosos,
Cuando se nos inunda el cuerpo de
dulzura, plenitud, sosiego,
como
de un aire refrescante y balsámico,
Cuando los días se visten de una
luz más suave, y la manzana
pende
al fin del árbol, lograda, indolente, madura,
¡Entonces los días son fecundos,
apacibles, los más felices
de
todos!
¡Los días tranquilos de la dulce
meditación y de la dicha!
(WHITMAN,
Walt. Hojas de hierba. Barcelona: Tesys,1986, p. 656-657).
21 jul 2015
El espejo de la aurora
La Aurora (1881), de William-Adolphe Bouguereau
|
«En la noche más cerrada y oscura del firmamento
que llamamos cielo, sin que se sepa el porqué, se transforma su lisa negrura en
un espejo. Ni luna ni estrellas andan en ello, y no hay que preguntarse, en
este caso, por qué esta noche, de alma también, y ante todo, es el espejo, el
fondo de un espejo, de una vida, de vida y de ser; espejo ni tan siquiera
velado, rasgado, velo de la luz que no cesa. Y entonces palabra no hay; aunque
fuera en el más hondo abismo de la tierra, en el más afligido corazón se da el
espejo de la luz que no cesa. Y como no permanece, mas ha de volver, es también
una aurora allí en el polo, en el centro de la oscuridad y la mudez, del
silencio, del olvido del no-ser».
(ZAMBRANO,
María. De la aurora. Madrid: Turner, 1986,
p. 120).
28 jun 2013
Segovia: lugar de la palabra
Alcázar de Segovia, de Li-Shu Chen
|
«Lo propio
de una ciudad ha de ser algo que encierre una exigencia constante y que sea al
par una dádiva. Un don de esos que obligan al que lo recibe sin que él se dé
cuenta o sin que sea necesario que se la dé. Algo inmaterial y que se
corporeiza, algo trascendente y que se convierte en pan de cada día. Algo que
corresponde, que ha de corresponder, a los elementos esenciales que forman la
figura, el cuerpo, la fisonomía de la ciudad.
3 mar 2013
En sí misma
Siempre
titubea
una luz
que
sólo se ve cuando
no enciende
nada,
como
una desnudez
que se revelara en sí
misma,
no
en los ojos de quien la mira.
(MUJICA, Hugo. Y siempre después
del viento. Madrid: Visor, 2011, p. 62).
3 feb 2013
Febrero
7 oct 2012
Luz de otoño
Otoño en Praga, Mirador de Letenské sady. |
«El otoño
tiene también su verano, ese minuto en que se incendia su oro y se convierte en
fuego; el aire se adensa y la luz se hace pastosa, corpórea, más visible que en
el verano, y sólo permite, y hasta invita, a que se le mire y, antes de caer,
se vuelve pálido como un fantasma de sí mismo, imagen pura de la luz solar;
astro que sin decadencia alguna ha cedido ante el requerimiento de la mirada
humana.
12 jul 2012
La más humana de las artes
La mirada de la medianoche, de Li-Shu Chen |
«¿Cuál es el lugar privilegiado que ocupa la pintura, en nuestra
cultura, en nuestra vida expresiva y creadora? Cultura es creación, es decir
remedo de la creación divina. ¿Tenía Dios que expresarse cuando se dispuso a
crear el universo, las cosas todas, y la luz la primera? La luz, la no-cosa,
anterior a todas las cosas que por ella existen; la luz es nuestro medio, el
medio de la vida humana. Vivir humanamente es ver y ser visto, es moverse en la
visibilidad. El arte de la pintura, mirado así, vendría a ser el arte más
definitorio de la condición humana, la más humana de las artes».
(ZAMBRANO,
María. Algunos lugares de la pintura. Madrid: Espasa-Calpe, 1989, p.
71).
21 mar 2012
Ver claro
la más oscura.
El lector es quien a veces
en lugar de sol, dentro tiene niebla.
Y la niebla nunca deja ver claro.
Si regresa
una y otra vez
y otra vez
a esas sílabas encendidas
le cegará tanta claridad.
Bendito sea quien llegue.
(ANDRADE,
Eugénio de. Los surcos de la sed.
Madrid: Calambur, 2001, p. 9).
Hoy es el Día
Mundial de la Poesía. En 1999 la UNESCO estableció la necesidad
de rendir homenaje a la palabra poética y desde entonces, cada 21 de marzo, coincidiendo
con la llegada de la primavera, la poesía está de fiesta.
Más información en: http://www.un.org/es/events/poetryday/
2 nov 2011
Noviembre
Llega otra vez noviembre, que es el mes que más
quiero
porque sé su secreto, porque me da más vida.
La calidad de su aire, que es canción,
casi revelación,
y sus mañanas tan remediadoras,
su ternura codiciosa,
su entrañable soledad.
Y encontrar una calle en una boca,
una casa en un cuerpo mientras, tan caducas,
con esa melodía de la ambición perdida,
caen las castañas y las telarañas.